Es la cesión
de un crédito a la entidad bancaria para que gestione su cobro a nuestros
clientes a cambio de una comisión negociable.
Las empresas,
una vez hecha la factura, para demostrar que ésta ha sido cobrada emiten un
recibo que se envía al banco. En él se incluyen los datos de empresa y cliente, el importe de la factura y el
número de cuenta.
El plazo de
devolución de un recibo domiciliado por parte del cliente es de ocho semanas,
si existe autorización previa, o de trece meses cuando ésta no exista.
La transferencia bancaria
Es un
movimiento de fondos entre dos cuentas de diferentes entidades financieras.
También se puede transferir dinero a un banco a nombre de una persona aunque
carezca de cuenta. Para hacer una transferencia a nivel nacional (Unión Europea,
zona SEPA) hay que saber los números de cuenta de destinatario y remitente.
Cuando se hace
una transferencia al extranjero (fuera de la zona SEPA) hay que añadir dos
códigos más: IBAN y SWIFT.
El IBAN es el Código
internacional de cuenta bancaria. Es el número de cuenta español precedido por
otros cuatro dígitos. En las cuentas españolas ese código empieza por ES y
añade dos dígitos de control aleatorios. A partir de 2014 se aplicará el IBAN
también en las transferencias nacionales.
El SWIFT (o
BIC o ISO 9362) es el código de identificación bancaria. Nos permite identificar
una entidad de crédito. Son once caracteres alfanuméricos: Los cuatro primeros
identifican al banco, los dos siguientes el país donde se ubica esa entidad
financiera, los dos siguientes sitúan la localidad y los tres últimos la
oficina.
Las remesas electrónicas
Hay bancos que permiten grabar los datos de cheques, pagarés y letras
y que le sean remitidos vía Internet para la gestión de cobros.
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