La
administración de los Recursos Humanos en las empresas gestiona personas con
valores, creencias, ideología, peculiaridades. Por ello, resulta compleja
porque no existe un grupo homogéneo en una empresa. Actualmente se ha complicado
aún más por la diversidad cultural derivada del aumento de población vivido en
España por la inmigración.
Los RR.HH.
no sólo están dentro del Departamento, sino que habrá también miembros
diversificados por los distintos centros de trabajo que gestiona una empresa.
En muchos
casos, además, es un departamento que se ve como un mero gestor por parte del
empresario, que debería apoyar explícitamente a este departamento.
Entre los
problemas típicos que ha de afrontar figuran los siguientes:
- La falta de compromiso, motivación e insatisfacción de los trabajadores con sus puestos de trabajo.
- El ausentismo laboral y la rotación son elevados.
- Las comunicaciones no son adecuadas, provocan mucha distorsión y falta de información.
- Hay confusión y desentendimiento en cuanto a los objetivos y prioridades
- Los supervisores no desean asumir responsabilidades.
El
trabajador actualmente registra un grave déficit en sus motivaciones. Según la
teoría de Abraham Maslow, la base de la pirámide de motivaciones la marcan las
necesidades básicas (comida, techo, etc.), siguen las de seguridad, la
pertenencia a un grupo, las necesidades de estima y la autorrealización. Como
vemos, por la situación económica de crisis, falla el primer nivel de esa
pirámide.
En RR.HH. se puede motivar a un trabajador, en función de su perfil, necesidades o expectativas, con pagos de incentivos, asignación de responsabilidades, expansión del conocimiento, ascensos, haciendo partícipe de las decisiones de la empresa, con trabajo en equipo, o con recompensas.
Análisis
del puesto de trabajo
Para
administrar los RR.HH. y hacer una selección de personal hay que analizar
previamente los puestos de trabajo de la empresa, y para ello hay que tener en
cuenta conceptos como la capacitación, la formación, la productividad, la
seguridad y la higiene o el salario.
El
análisis consiste en describir los puestos en función de la actividad a
desarrollar, las responsabilidades y los deberes que tendrá, y las
especificaciones, determinadas por los conocimientos del trabajador que lo
ocupará (formación), las cualidades personales
y sus habilidades.
En este
sentido conviene recordar tres conceptos básicos a tener en cuenta: una persona
ha de saber (tener conocimientos), saber hacer (aplicar los conocimientos)
y saber estar (comportamiento
adecuado, asertividad, empatía).
El
análisis del puesto es necesario cuando se crea una empresa, cuando se funda la
organización, cuando se crean nuevos puestos, cuando se modifican de manera
significativa por nuevas tecnologías o procedimientos o cuando se actualiza el
sistema salarial.
El
análisis sirve al gerente de RR.HH. básicamente para mejorar el trabajo que
realiza el empleado, permitirá también realizar una mejor selección del
personal y facilitará efectuar una evaluación objetiva de los subalternos.
Para los
empleados, sirve para conocer sus deberes y responsabilidades, y puede ser utilizado
como guía para el autodesarrollo.
Para
analizar los puestos de trabajo conviene establecer una planificación previa
(quién lo hará, cómo, etc.). Será preciso identificar los puestos que se
quieren analizar (organigrama), el método será a través de la entrevista,
observación del puesto, cuestionario, bitácora del empleado o combinación de
todos.
La
entrevista tiene la ventaja de la bidireccionalidad de la comunicación con el
empleado, pero algunos trabajadores se pueden sentir incómodos pensando que son
analizados ellos y no el puesto.
Observar
el puesto permite al observador familiarizarse con el puesto y permite ver
fallos, pero también puede generar incomodidad en el trabajador y puede haber
aspectos que queden ocultos y no se perciban.
Los cuestionarios
son muy eficaces cuando hay gran dispersión geográfica de puestos, pero
eliminan el contacto entre analista y trabajador del puesto analizado.
El
cuaderno de bitácora del empleado
incluye todo lo que éste cree que le pueda implicar una inversión de tiempo,
pero puede incluir algo más que no corresponda.
En el
análisis han de figurar los siguientes elementos:
- Identificación del puesto
- Fecha
- Resumen del puesto y sus responsabilidades
- Autoridad (mando del que depende)
- Condiciones de trabajo
- En algunos casos, especificaciones
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